Por fin, alguien se atreve a descontextualizar las aburridas
paredes de algunos museos. Ya sea por generar dinero negro de capitalistas y otros
des mesurados satélites o porqué les causaba algún tipo de enfermedad el hecho
de las paredes del museo kunsthal de Rotterdam siempre tuvieran el mismo aspecto.
Me alegra pensar que ikea con su simplicidad y empeño en
hacernos decorar nuestras casas y no pensar con las sucesivas generaciones,
haya sido en parte, el culpable del
robo.
Abrimos des de aquí, una campaña a favor de los robos a los
museos, para luego, venderlas, quemarlas, regalarlas por navidad, colgarlas en
los árboles de los bosques frondosos…. Mil ideas se me ocurren y seguro que
ustedes sabrán muchas más.
Robar museos no tendría de ser delito, solo cambiamos la
decoración de espacios decadentes y donde además pagamos para acceder.
Siéntese usted libre de hacer lo que le de la gana y no olvide en decorar felizmente su vida.
La lista
parece extraída de un manual de historia del arte: Picasso, Gauguin, Monet,
Matisse, Freud. Sin embargo, se trata de las firmas detrás de los siete cuadros
que han sido sustraídos esta madrugada del Centro de Arte de Rotterdam
(Kunsthal). El robo millonario aprovechó una exposición que celebra el 20º
aniversario del museo y que expone por primera vez la colección particular Triton, entre cuyos cuadros
se encuentran los de algunos de los pintores más conocidos del planeta.
En concreto, las obras robadas son Cabeza de
arlequín, de Pablo Picasso (1971), La lectora en blanco y amarillo,
de Henri Matisse (1919), El puente de Waterloo, Londres y El puente
de Charing Cross, Londres, de Claude Monet (ambas de 1901), Mujer
ante una ventana abierta, de Paul Gauguin (1888), Auorretrato, de
Meyer de Haan (en torno 1889-1891) y Mujer con los ojos cerrados, de
Lucian Freud (2002), según ha explicado la policía holandesa.
“Faltan
cuadros de gran valor”, había reconocido poco después del robo una portavoz de
la sala. Y la directora del Kunsthal, Emily Ansenk, había calificado el robo de
"tremendo". Dado que es muy difícil vender una obra robada, los
investigadores creen que tal vez podría pedirse un rescate.
La policía
fue alertada por una empresa de seguridad cuando saltaron las alarmas de la
sala, diseñada por el reputado arquitecto holandés Rem Koolhaas. A su llegada,
los cuadros ya habían desaparecido.
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